Condenado al desvelo,
el pasadizo sangriento del amor
se desvanece ante mis ojos,
escurriendo la oscuridad que lo cubre.

Me sumerjo en lágrimas nocturnas,
ante tu imagen que se borra de mi vida,
llorando tu nombre en un canto atroz,
rompiendo mi corazón atado en cuerdas de gritos.

Una noche vampírica
no me deja digerir tu sangre,
sin dormir evoco tu presencia
ahogándome en perdones que nunca vas a escuchar.

Perdón mi vida, perdón.

Comentarios